Es fácil emocionarte con tu propia gran idea para un negocio, un producto o un servicio. Desde tu perspectiva, ¡el mundo está deseando con ganas el valor que le vas a ofrecer!
¿Pero cómo vas a conseguir que tus clientes tengan ese mismo nivel de emoción? ¿Cómo les vas a convencer para difundir tu idea a los demás? Pero sobre todo, ¿cómo les vas a convencer para invertir en lo que vendes?
Antes de lanzar tu idea, tienes que empezar con tu brand story.
El lanzamiento de una nueva idea no se supone que vas a tener todas las respuestas. Pero deberías hacerte las preguntas correctas para encontrar tu brand story. Aquí os doy unas fáciles para empezar.
- ¿En qué manera es mi idea diferente o mejor que lo que ya existe en el mercado?
- ¿Qué solución concreta ofrece? ¿Es un atajo hacia la felicidad, el dinero, la diversión, el éxito o algo más?
- ¿Qué diría una persona a otra cuando recomienda tu idea?
- ¿A quién está dirigida tu ida? ¿A qué grupo de gente quieres ayudar?
- ¿Qué historia puedes contar que no puede contar nadie más que tú?
- ¿Cambiará cómo la gente se siente hacia lo que ya existe en el mercado?
- ¿Por qué la gente va a querer este producto o servicio en particular?
- ¿Se apetece a la lógica o a los sentidos?
- ¿Se puede implementar esta idea a pequeña escala con poco dinero?
- ¿Cuáles son mis parámetros para medir el rendimiento? ¿Cómo voy a saber si mi idea está funcionando o no?
Desde el principio, hay que pensar en el marco narrativo de tu historia para dirigir tu mensaje directamente a tu público y asegurar que la gente encuentre tu idea. Hay que hurgar dentro de uno mismo para encontrar tu brand story, pero merece la pena.
¿Cómo empezarías tu historia?
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