Una buena preparación es imprescindible para triunfar, una buena imagen también. Sin embargo son muchos los profesionales que, a pesar de que vivimos totalmente inmersos en una cultura de la imagen, siguen pensando que un buen curriculum y experiencia es todo cuanto necesitan para tener éxito.
Obvio es que la imagen externa no lo es todo, pero es lo que primero ven los demás de ti y a partir de la cual se forman una impresión sobre quién eres, qué puedes ofrecer o tu grado de competencia y credibilidad… ¡Y todo ello sin necesidad de que abras la boca!
Porque si hay algo inevitable es que tu imagen comunique.
Lejos de la frivolidad, superficialidad y banalidad con la que ha sido históricamente etiquetada, la imagen personal es una potente herramienta de comunicación que te diferencia, posiciona y te ayuda a conseguir los objetivos que te hayas marcado.
El envase si importa y más si hablamos de ti
Los seres humanos nos dejamos llevar por las emociones más que por la razón y al igual que tomamos la decisión de comprar un yogur, una colonia o un bolso por su envase, hacemos con las personas… su aspecto externo nos decide.
En este entorno, saber vestir se convierte en una habilidad más que cómo profesional deberías controlar.
Da lo mismo el ámbito personal, social o profesional en que te desenvuelves, juzgas y te juzgan a partir de tu aspecto, de una primera impresión, de tu vestimenta.
En el caso de muchos empresarios y emprendedores, esta despreocupación e incluso desidia por su imagen personal se ha visto agravada por la absoluta atracción que sobre muchos de ellos ejerció en un principio el mundo digital, llevándoles incluso a pensar que el negocio online sustituiría con el tiempo al offline, que las relaciones face to face tenían los días contados.
Por suerte, una vez superada la resaca que el desembarco en nuestras vidas de la era 2.0 ha producido, ahora que somos conscientes de la necesidad del marketing integral, aquel que incorpora lo mejor de ambos mundos, la imagen personal cobra un nuevo valor.
Porque a pesar de la cantidad de herramientas que Internet ha puesto al alcance de las empresas, hasta ahora inalcanzables por su coste económico, personal y de oportunidad especialmente para las PYMES y los autónomos, tal y como se está demostrando, el negocio online no solo necesita sino que exige de la calidez del contacto físico.
Porque conferencias, cursos, workshops, networking son solo algunas de las herramientas propias del offline absolutamente necesarias para la visibilidad, rentabilidad e incluso supervivencia del negocio online que obligan a cualquier empresario 2.0 a salir de su madriguera.
Porque la cercanía, la complicidad, el trato personal, el servicio, siguen generando valor añadido para la empresa…
En todo lo anterior la importancia de la imagen personal es decisiva.
¿No crees entonces que deberías asegurarte de que el mensaje que tu imagen personal transmite es el que quieres, necesitas y te hace justicia?
No se trata en ningún caso de engañar a nadie tratando de aparentar lo que no eres, sino de elegir el envoltorio que más te conviene y que predispone a tu favor a los demás ayudándote a ganar credibilidad y confianza.
¿Has pensado alguna vez que si no pasas el primer examen, el de tu imagen, es más que probable que no tengas oportunidad de demostrar todo lo demás?
Da lo mismo que seas un recién llegado o un profesional con larga carrera y experiencia laboral, tu imagen puede ser tu mayor aliado o tu peor enemigo.
Tener el control sobre tu imagen significa gestionar tu vida personal y profesional. Y saber vestir se convierte en una habilidad del todo imprescindible en tu carrera.
¿Qué es saber vestir realmente?
Pero no te confundas, saber vestir nada tiene que ver con dejarte el sueldo en ropa, quemar la tarjeta en marcas de lujo o ser el más fashion de la oficina.
Saber vestir es conocer y dominar el lenguaje de las prendas. Identificar qué colores son los que te favorecen y cómo interactúan con el resto de tus características físicas, de tu morfología.
Saber vestir es elegir el color adecuado para asistir a una comida de negocios, impartir una conferencia, participar en un networking o cerrar un contrato. Todo ello conforme al mensaje que desees transmitir… complicidad, profesionalidad, competencia, cercanía.
Saber vestir es identificar los cortes y hechuras de las prendas que suavizan o potencian una determinada característica física… seriedad, timidez, juventud, solvencia.
En definitiva, saber vestir es elegir las prendas que ponen en valor tus fortalezas y minimizan tus debilidades generando atracción y empática hacia tu persona.
En un mercado laboral cada vez más homogéneo, competitivo y efímero en el que la diferenciación se transforma en necesidad, el único activo de tu curriculum que es absolutamente auténtico, único e irrepetible es tu imagen personal…
¿Sigues pensando todavía que preocuparte por ella “con la que está cayendo” es una frivolidad?
Mi aportación al post de Maqui
Sin duda alguna coincido con Maqui en su opinión sobre la importancia de tener y mantener una buena imagen de éxito. Una de las cosas en que más invierto (después de herramientas y tecnología) es en mi imagen. Tengo un presupuesto exclusivo para prendas de vestir para mis charlas y talleres. En las ponencias tengo un look más elegante y siempre de tacón, en clases por ser tantas horas intento ir más casual y con bailarinas (un calzado cómodo). Otra cosa en la que invierto mucho es en mi pelo y maquillaje, estoy clara que tengo que dar buenos contenidos para que me recuerden, pero mi imagen también es algo que quiero que recuerden. Por eso siempre aplaudiré aquellos hombres y mujeres que invierten para estar guapos en sus eventos al público, una imagen es súper importante, tienes que hacer que todos te recuerden cuando pases enfrente de sus ojos 😉
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18 comentarios en “Una imagen de éxito para triunfar con tu carrera profesional”
1- TOTALMENTE DE ACUERDO.
Yo aplico todo esto siempre que puedo y ademas me gusta hasta cierto punto
2- PERO…
Es la sentencia de muerte del trabajor.
La economía no es un juego
En este modelo productivo estas aceptando que una vez que dejes de ser atractivo…
ESTARAS FUERA DEL MERCADO LABORAL
Sin remision y sin solucion
No creo que sea la sentencia de muerte de ningún trabajador… a menos que se trate de uno que ha utilizado su imagen para “medrar” y en ese caso estaríamos hablando de engaño. Yo hablo de utilizar tu imagen inteligentemente para abrirte puertas, para allanar el camino.
Eso pienso yo tambien mas o menos.
Se podria hasta tratar de sistematizar en una cuandrante/Infografia xD
Tanto dependas para tu exito profesional de tu imagen persona / Tanto se vera decrementado tu valor como tal cuando decrezca tu imagen
La peli “The Company Men”, con Ben Affleck y muchos mas famosetes, es un torpedo tras otro a toda la cultura empresarial americana, que ahora estamos abrazando alegremente nosotros en España.
En una escena aparecen como despiden a un ejecutivo viejuno y en la agencia de recolocacion le aclaran que todo la imagen “tio derecho” ex marine de corea, fumador y con canas, que le valio para triunfar en su epoca… ahora lo deja automaticamte excluido del mercado.
Deja de fumar y se tiñe las canas para adaptarse al mercado y se descojonan aun mas de el xD
https://www.youtube.com/watch?v=7qtkw1xN5X4&list=PL9C417142C1A9787F
Siempre ha sido una máxima en marketing que “una buena imagen profesional abre más puertas profesionales”. Sin embargo yo prefiero hablar de “imagen profesional adecuada” Mi experiencia me dice que es muy importante estar atentos y saber adaptarse a los cambios que hay en la percepción de las personas sobre la imagen de un profesional.
Si he de realizar una gestión comercial con el Gerente de un pequeño taller mecánico, ir vestido con traje y corbata puede reforzar mi imagen profesional aumentando mi credibilidad pero puede distanciarme de él al percibirme como alguien desconocedor de sus necesidades. Me gustaría conocer tu opinión. Gracias y excelente artículo
Yo personalmente,cada día estoy más a favor del estilo casual.
No hay nada peor, que vestir sin sentido cada día y de repente “disfrazarse” para el evento, reunión o charla profesional, la ropa también hay que que saberla llevar, el estilo se debe ir aprendiendo a base de la práctica diaria.
La ropa y el estilo es también una forma de comunicación y aquellos que visten acorde a su publico objetivo son quienes más empatía y atención consiguen de ellos.
La naturalidad, en todo caso, debe priorizar en base a la personalidad de cada persona, la ropa muy formal también podría ser causa de distracción.
Todo depende de cada persona y su entorno; y por supuesto, sin olvidar las bases de la higiene corporal, peinado, piel limpia, complementos, fragancia y compostura corporal principalmente.
Y acabo, dándote las gracias por tu post, la imagen es importante, siempre lo ha sido, y que tú lo recuerdes es de agradecer. Sobre todo a los hombres, que empiezan todos a comprender y ser conscientes de esta realidad, no sólo para la práctica profesional sino para la personal.
Un saludo para las dos, a Maqui por el post y a Vilma por difundirlo.
Todos guapos, todos felices !
Yo personalmente,cada día estoy más a favor del estilo casual.
No hay nada peor, que vestir sin sentido cada día y de repente “disfrazarse” para el evento, reunión o charla profesional, la ropa también hay que que saberla llevar, el estilo se debe ir aprendiendo a base de la práctica diaria.
La ropa y el estilo es también una forma de comunicación y aquellos que visten acorde a su publico objetivo son quienes más empatía y atención consiguen de ellos.
La naturalidad, en todo caso, debe priorizar en base a la personalidad de cada persona, la ropa muy formal también podría ser causa de distracción.
Todo depende de cada persona y su entorno; y por supuesto, sin olvidar las bases de la higiene corporal, peinado, piel limpia, complementos, fragancia y compostura corporal principalmente.
Y acabo, dándote las gracias por tu post, la imagen es importante, siempre lo ha sido, y que tú lo recuerdes es de agradecer. Sobre todo a los hombres, que empiezan todos a comprender y ser conscientes de esta realidad, no sólo para la práctica profesional sino para la personal.
Un saludo para las dos, a Maqui por el post y a Vilma por difundirlo.
Todos guapos, todos felices !
Yo personalmente,cada día estoy más a favor del estilo casual.
No hay nada peor, que vestir sin sentido cada día y de repente “disfrazarse” para el evento, reunión o charla profesional, la ropa también hay que que saberla llevar, el estilo se debe ir aprendiendo a base de la práctica diaria.
La ropa y el estilo son también una forma de comunicación y aquellos que visten acorde a su publico objetivo son quienes más empatía y atención consiguen de ellos.
La naturalidad, en todo caso, debe priorizar simpre acorde con nuestra personalidad, la ropa muy formal, si no estamos habituados, podría ser causa de distracción e incomodidad y eso se transmite y nos aleja de nuestro objetivo que es la de comunicar.
Todo depende de cada persona y su entorno; y por supuesto, sin olvidar las bases de la higiene corporal, peinado, piel limpia, complementos, fragancia y compostura corporal principalmente.
Y acabo, dando las gracias por el post, la imagen es importante, siempre lo ha sido, en un futuro ya se verá, pero las tendencias apuntan siempre hacia esa dirección “una imagen vale más que mil palabras” y recordarlo es de agradecer. Sobre todo a los hombres, que empiezan todos a comprender y ser conscientes de esta realidad, no sólo para la práctica profesional sino para la personal.
Un saludo para las dos, a Maqui por el post y a Vilma por difundirlo.
Todos guapos, todos felices !
Yo personalmente, cada día, estoy más a favor del estilo casual.
No hay nada peor, que vestir sin sentido cada día y de repente “disfrazarse” para el evento, reunión o charla profesional, la ropa también hay que que saberla llevar, el estilo se debe ir aprendiendo a base de la práctica diaria.
La ropa y el estilo son también una forma de comunicación y aquellos que visten acorde a su publico objetivo son quienes más empatía y atención consiguen de ellos.
Priorizando la naturalidad, siempre acorde con nuestra personalidad.
Por otro lado opino que la ropa muy formal y clásica, si no estamos habituados, podría ser causa de distracción e incomodidad y eso se transmite y nos aleja de nuestro objetivo que es la de comunicar.
Todo depende de cada persona y su entorno; y por supuesto, sin olvidar las bases de la higiene corporal, peinado, piel limpia, complementos, fragancia y compostura corporal principalmente.
Y acabo, dando las gracias por el post, la imagen es importante, siempre lo ha sido, en un futuro ya se verá, pero las tendencias apuntan siempre hacia esa dirección “una imagen vale más que mil palabras” y recordarlo es de agradecer. Principalmente a los hombres, que empiezan todos a comprender y ser conscientes de esta realidad, no sólo para la práctica profesional sino para la personal.
Un saludo para las dos, a Maqui por el post y a Vilma por difundirlo.
Todos guapos, todos felices !
Yo personalmente, cada día, estoy más a favor del estilo casual.
No hay nada peor, que vestir sin sentido cada día y de repente “disfrazarse” para el evento, reunión o charla profesional, la ropa también hay que que saberla llevar, el estilo se debe ir aprendiendo y construyendo en base a la práctica diaria.
La ropa y el estilo son también una forma de comunicación y aquellos que visten acorde a su publico objetivo son quienes más empatía y atención consiguen de ellos.
Priorizando la naturalidad, siempre acorde con nuestra personalidad.
Por otro lado opino que la ropa muy formal y clásica, si no estamos habituados, podría ser causa de distracción e incomodidad y eso se transmite y nos aleja de nuestro objetivo que es la de comunicar.
Todo depende de cada persona y su entorno; y por supuesto, sin olvidar las bases de la higiene corporal, peinado, piel limpia, complementos, fragancia y compostura corporal principalmente.
Observo en muchas ocasiones, como un trabajador de un taller mecánico, por ejemplo se cuida y tiene atractivo; y en caso opuesto, un excelente profesional por ejemplo de la comunicación ir echo un auténtico desastre y quedarme atónita.
A quien se preocupa por su imagen, se quiere a si mismo y se cuida, se nota, sea del sector que sea. Pero hay que esforzarse, como en todo y aprender cada día. Si se quiere, se puede y no hay excusas que valgan para cuidarnos y ofrecer lo mejor de nosotros mismos, aunque sólo sea por respeto hacia los demás.
Y acabo, dando las gracias por el post, la imagen es importante, siempre lo ha sido, en un futuro ya se verá, pero las tendencias apuntan siempre hacia esa dirección “una imagen vale más que mil palabras” y recordarlo es de agradecer. Principalmente a los hombres, que empiezan todos a comprender y ser conscientes de esta realidad, no sólo para la práctica profesional sino para la personal.
Un saludo para las dos, a Maqui por el magnifico post y a Vilma por difundirlo.
Todos guapos, todos felices !
Yo personalmente, cada día, estoy más a favor del estilo casual.
No hay nada peor, que vestir sin sentido cada día y de repente “disfrazarse” para el evento, reunión o charla profesional, la ropa también hay que que saberla llevar, el estilo se debe ir aprendiendo y construyendo en base a la práctica diaria.
La ropa y el estilo son también una forma de comunicación y aquellos que visten acorde a su publico objetivo son quienes más empatía y atención consiguen de ellos.
Priorizando la naturalidad, siempre acorde con nuestra personalidad.
Por otro lado opino que la ropa muy formal y clásica, si no estamos habituados, podría ser causa de distracción e incomodidad y eso se transmite y nos aleja de nuestro objetivo que es la de comunicar.
Todo depende de cada persona y su entorno; y por supuesto, sin olvidar las bases de la higiene corporal, peinado, piel limpia, complementos, fragancia y compostura corporal principalmente.
Observo en muchas ocasiones, como un trabajador de un taller mecánico, por ejemplo se cuida y tiene atractivo; y en caso opuesto, un profesional por ejemplo de la comunicación “ir echo un auténtico desastre” y quedarme atónita. Al final, es el del taller quien más confianza me transmite y el comunicador con sus historias, no siendo capaz de concentrarme en su mensaje, quien más me aleja.
A quien se preocupa por su imagen, se quiere a si mismo y se cuida, se nota, sea del sector que sea. Pero hay que esforzarse, como en todo y aprender cada día. Si se quiere, se puede y no hay excusas que valgan para dejar cuidarse y ofrecer lo mejor de nosotros mismos, aunque sólo sea por respeto hacia los demás.
Y acabo, dando las gracias por el post, la imagen es importante, siempre lo ha sido, en un futuro ya se verá, pero las tendencias apuntan siempre hacia esa dirección “una imagen vale más que mil palabras” y recordarlo es de agradecer. Principalmente a los hombres, que empiezan todos a comprender y ser conscientes de esta realidad, no sólo para la práctica profesional sino para la personal.
Un saludo para las dos, a Maqui por el magnifico post y a Vilma por difundirlo.
Todos guapos, todos felices !
Yo personalmente, cada día, estoy más a favor del estilo casual.
No hay nada peor, que vestir sin sentido cada día y de repente “disfrazarse” para el evento, reunión o charla profesional, la ropa también hay que que saberla llevar, el estilo se debe ir aprendiendo y construyendo en base a la práctica diaria.
La ropa y el estilo son también una forma de comunicación y aquellos que visten acorde a su publico objetivo son quienes más empatía y atención consiguen de ellos.
Priorizando la naturalidad, siempre acorde con nuestra personalidad.
Por otro lado opino que la ropa muy formal y clásica, si no estamos habituados, podría ser causa de distracción e incomodidad y eso se transmite y nos aleja de nuestro objetivo que es la de comunicar.
Todo depende de cada persona y su entorno; y por supuesto, sin olvidar las bases de la higiene corporal, peinado, piel limpia, complementos, fragancia y compostura corporal principalmente.
Observo en muchas ocasiones, como un trabajador de un taller mecánico, por ejemplo se cuida y tiene atractivo; y en caso opuesto, un profesional por ejemplo un importante comercial de una empresa multinacional “ir echo un auténtico desastre” y quedarme atónita. Al final, es el del taller quien más confianza me transmite y el vendedor con sus historias, no siendo capaz de concentrarme en su mensaje, quien más me aleja.
Quien se preocupa por su imagen, se quiere a si mismo y se cuida, se nota, sea del sector que sea. Pero hay que esforzarse, como en todo y aprender cada día. Si se quiere, se puede y no hay excusas que valgan para dejar cuidarse y ofrecer lo mejor de nosotros mismos, aunque sólo sea por respeto hacia los demás.
Y acabo, dando las gracias por el post, la imagen es importante, siempre lo ha sido, en un futuro ya se verá, pero las tendencias apuntan siempre hacia esa dirección “una imagen vale más que mil palabras” y recordarlo es de agradecer. Principalmente a los hombres, que empiezan todos a comprender y ser conscientes de esta realidad, no sólo para la práctica profesional sino para la personal.
Un saludo para las dos, a Maqui por el magnifico post y a Vilma por difundirlo.
Todos guapos, todos felices !
Yo personalmente, cada día, estoy más a favor del estilo casual.
No hay nada peor, que vestir sin sentido cada día y de repente “disfrazarse” para el evento, reunión o charla profesional, la ropa también hay que que saberla llevar, el estilo se debe ir aprendiendo y construyendo en base a la práctica diaria.
La ropa y el estilo son también una forma de comunicación y aquellos que visten acorde a su publico objetivo son quienes más empatía y atención consiguen de ellos.
Priorizando la naturalidad, siempre acorde con nuestra personalidad.
Por otro lado opino que la ropa muy formal y clásica, si no estamos habituados, podría ser causa de distracción e incomodidad y eso se transmite y nos aleja de nuestro objetivo que es la de comunicar.
Todo depende de cada persona y su entorno; y por supuesto, sin olvidar las bases de la higiene corporal, peinado, piel limpia, complementos, fragancia y compostura corporal principalmente.
Observo en muchas ocasiones, como un trabajador de un taller mecánico, por ejemplo se cuida y tiene atractivo; y en caso opuesto, un profesional por ejemplo un importante comercial de una empresa multinacional “ir echo un auténtico desastre” y quedarme atónita. Al final, es el del taller quien más confianza me transmite y el vendedor con sus historias, no siendo capaz de concentrarme en su mensaje, quien más me aleja.
Quien se preocupa por su imagen, se quiere a si mismo y se cuida, se nota, sea del sector que sea. Pero hay que esforzarse, como en todo y aprender cada día. Si se quiere, se puede y no hay excusas que valgan para dejar de cuidarse y ofrecer lo mejor de nosotros mismos, aunque sólo sea por respeto hacia los demás.
Una reflexión: ¿Quien nos va a cuidar mejor que nosotros mismos?
Nadie va a venir con la varita mágica a ponernos guapos milagrosamente en un instante para la ocasión que nos convenga, hay que trabajar nuestra imagen constantemente.
Y acabo, dando las gracias por el post, la imagen es importante, siempre lo ha sido, en un futuro ya se verá, pero las tendencias apuntan siempre hacia esa dirección “una imagen vale más que mil palabras” y recordarlo es de agradecer. Principalmente a los hombres, que empiezan todos a comprender y ser conscientes de esta realidad, no sólo para la práctica profesional sino para la personal.
Un saludo para las dos, a Maqui por el magnifico post y a Vilma por difundirlo.
Todos guapos, todos felices !
Creo que cada cosa tiene su momento. El casual está muy bien si la ocasión así lo requiere o si es tu marca de identidad ( Steve Jobs). Pero no siempre el casual es la elección acertada, especialmente si no está en armonía con lo que somos. Para mi lo fundamental es que tu imagen transmita quién eres, que pretendes y tus capacidades. Que te abra puertas. Se puede ir “disfrazada” de casual o de chic, en definitiva, de alguien que no eres lo cual supone un engaño que más tarde o más temprano se paga. Con la imagen no hay que engañar si no atraer, seducir. Gracias por tu aportación María. La comparto casi al 100%
Me ha encantado este post. Las apariencias, queramos o no, son lo que cuentan. Si fuéramos un producto, nuestra presencia (ropa y demás) son nuestra marca. Hay que saber encontrar el equilibrio para poder representar tu marca personal.
Un abrazo!
Desde luego que si. Obviamente si el contenido luego no está en armonía con el envase, “nos devuelven a la tienda o nos quedamos en el lineal” pero predisponer a nuestro favor a la persona que tenemos enfrente es fundamental para nuestro “éxito”.
De lo que se trata, como bien dices, es de gestionar. También la imagen.
De acuerdo con ambos. Hay que conocer a quién va dirigido nuestro mensaje y en que entorno se transmite y adecuarlo… Al final no es más que una regla básica en comunicación.
Efectivamente, mucho más de lo que muchos piensan, creen y determinados momentos les gustaría, Flerik